¿Elon Musk prefiere a Bitcoin o Dogecoin?

Elon Musk, una de las voces más influyentes en el ecosistema cripto, ha tenido una relación ambivalente con Bitcoin y Dogecoin. Sus declaraciones públicas y movimientos empresariales han llegado a mover el precio de ambas criptomonedas, aunque su tono y preferencias han sido claramente distintos en cada caso.

Dogecoin: el meme convertido en criptomoneda del pueblo

Musk ha reconocido en varias oportunidades que, a diferencia de otras criptomonedas, siente simpatía por Dogecoin. «Me gustan los perros y los memes», llegó a decir, en una de las frases que marcaron el inicio de su apoyo al proyecto.

Incluso ha calificado a Dogecoin como la criptomoneda del pueblo, destacando que es más práctica para transacciones rápidas que Bitcoin. Su influencia ha sido tan grande que simples publicaciones en X, como «One Word: Doge», provocaron alzas inmediatas de hasta el 100 %.

Dogecoin se convirtió así en un termómetro del estado de ánimo de Musk, con variaciones desproporcionadas frente a sus bromas, guiños o especulaciones sobre su potencial uso como medio de pago.

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Bitcoin: inversión seria, pero con reservas

En contraste, Musk se ha mostrado mucho más cauteloso con Bitcoin. En 2021, Tesla invirtió USD 1.500 millones en la criptomoneda y la aceptó brevemente como forma de pago, lo que desató un repunte histórico en su cotización.

No obstante, pocos meses después, la empresa retiró esa opción alegando preocupaciones ambientales por el consumo energético de la red. Musk llegó a afirmar que «poseer Bitcoin es solo un poco mejor que tener efectivo», un reconocimiento de su valor como activo, pero sin entusiasmo.

Aun así, tanto Tesla como SpaceX mantienen posiciones considerables en Bitcoin, reflejando su importancia como reserva de valor en el mundo corporativo.

Evolución de Dogecoin frente a Bitcoin

Un vistazo a la evolución histórica muestra la magnitud del fenómeno: en términos relativos, Dogecoin ha llegado a superar a Bitcoin con picos de hasta 200 % de ganancia acumulada en distintos momentos.

La volatilidad es evidente, con saltos impulsados casi siempre por comentarios de Musk, mientras que Bitcoin mantiene un recorrido más estable, marcado por su adopción institucional. Esta diferencia en los gráficos refleja con claridad la dualidad entre la «memecoin» y la reserva de valor.

Evolución de Dogecoin frente a Bitcoin a lo largo de su historia. Fuente: CriptoTendencia

¿Meme o valor?

La relación de Musk con Dogecoin está marcada por el humor, la cultura de Internet y la cercanía con la comunidad. Con Bitcoin, en cambio, su vínculo se asocia a decisiones empresariales y a la validación institucional, aunque con un freno en lo ambiental.

En definitiva, si se trata de afinidad personal, Musk ha dejado claro que Dogecoin es su favorito. Pero en el plano corporativo y de inversión, Bitcoin sigue siendo la apuesta más fuerte de sus compañías.

La historia muestra que, para Musk, cada criptomoneda cumple un rol distinto: Dogecoin como emblema cultural y Bitcoin como activo financiero. Y en esa dualidad reside buena parte del magnetismo que genera su figura en el mundo cripto.