Hice trading de contratos perpetuos durante un mes: de soñar con hacerme rico a recibir una lección de la realidad.

Autor: Rhys

Traducción: Luffy, Foresight News

Tal como dice el título, probé operar contratos perpetuos durante un mes. Después de cinco años en el mundo cripto, nunca había tocado los contratos perpetuos, así que quiero compartir mi experiencia en este artículo.

Espero que tanto traders principiantes como veteranos del sector puedan encontrar una perspectiva fresca en mi historia. Quizás te rías de mi imprudencia, te avergüences por mis movimientos, o incluso te identifiques con algunas de mis vivencias.

¿Por qué empecé?

Siendo sincero, fue mitad por aburrimiento y mitad por seguir la moda del momento.

Como muchos hoy en día, yo también quería subirme a la “ola de los exchanges descentralizados de contratos perpetuos”, en pocas palabras, operar en ciertas plataformas para acumular puntos. Al principio, había cuatro plataformas principales para elegir: Hyperliquid, Lighter, Aster y Apex.

Mirando atrás, quizás debería haber elegido Lighter, que todavía no lanzó su token y sigue con la campaña de puntos. Pero al final elegí Hyperliquid porque parecía la opción más segura.

Un comienzo afortunado

Mis primeras operaciones se centraron en el token XPL, y solo tomaba posiciones largas. Esto rápidamente se convirtió en mi patrón de trading.

La primera operación duplicó mi cuenta. En esos cinco minutos realmente me sentí un genio, aunque fue pura suerte. Abrí una posición larga con el apalancamiento máximo, sin stop loss, me fui a dormir y al despertar la cuenta se había duplicado. Fue suerte de principiante, o quizás simplemente una jugada tonta que salió bien por casualidad.

Después seguí operando XPL de la misma manera: mirando velas de 5 minutos, operaciones cortas, apalancamiento al máximo y sin stop loss. No recomiendo este método, es la forma más rápida de perder toda la plata.

Pero la suerte de principiante seguía de mi lado y mi cuenta no paraba de crecer.

Un poco de contexto: en la comunidad que frecuento, mi apodo lleva el sufijo “Caroline Ellison Arc”, en homenaje a su famosa frase: “No creo que el stop loss sea una buena herramienta de gestión de riesgo”. Ahora que lo pienso, tomarla como ejemplo de estrategia de trading no fue la decisión más inteligente.

Encontrando mi “arma secreta”

El siguiente punto de inflexión fue descubrir en Telegram un bot de alertas de liquidación de Hyperliquid. En ese momento no me di cuenta, pero ese bot básicamente definió toda mi “estrategia de trading”.

Desde entonces, mi Telegram se convirtió en una mezcla de bots de noticias y alertas de liquidación. Ingenuamente pensé que, si entendía por qué ocurrían las liquidaciones, podría operar de manera más inteligente (spoiler: no sirve para nada).

Mi estrategia era simple: si el bot lanzaba muchas alertas seguidas, abría el gráfico de velas y entraba en largo como loco.

Para mi sorpresa, funcionaba. La mayoría de las veces ganaba apenas entraba; si no, cortaba rápido con stop loss y esperaba la próxima tanda de alertas. No es una forma inteligente de operar, pero era suficiente para volverme adicto.

La tentación del tamaño de la posición

Después empecé a operar otros tokens además de XPL, principalmente porque Hyperliquid ofrece un apalancamiento ridículamente alto para las monedas principales. Me di cuenta de que, en teoría, podía abrir posiciones por millones de dólares. Tentador, ¿no?

La verdad, muy tentador.

Pero también sabía lo rápido que esos números podían destruirme. Bastaron unas pruebas para darme cuenta de que el tamaño de las posiciones crecía demasiado rápido. Reducir el tamaño de las posiciones fue la decisión más inteligente que tomé esa semana.

Un mal día

Después llegó mi primera pérdida real.

Ya estaba enganchado: apenas me despertaba miraba los gráficos, forzando oportunidades que no existían, persiguiendo cada vela como si me debieran plata.

El resultado era predecible: en un solo día perdí un tercio de mi cuenta.

La sensación fue horrible. Cerré todas las posiciones, cancelé todas las órdenes y decidí parar por un tiempo. Aunque la cuenta seguía en positivo, la emoción de ganar plata ya no estaba. Me di cuenta de que no estaba operando, estaba apostando.

El 10/10: una llamada de atención

¿Adiviná cuándo fue esa pérdida? Exacto, el 10 de octubre, el día que el mercado se desplomó.

Pero no perdí durante el desplome, ya había tropezado más temprano ese día.

Esa noche, mi bot de liquidaciones empezó a lanzar alertas como loco, tantas que pensé que alguien me estaba spameando en Telegram. No paraban, cientos o miles de alertas, sonaba como una ametralladora.

De repente, todo quedó en silencio: Telegram, por exceso de spam, eliminó automáticamente el bot.

Para ese momento, ya había vuelto a abrir el gráfico y usé todo el saldo restante para entrar en largo. No sé cómo, pero enganché algunos puntos de entrada perfectos y recuperé el tercio de la cuenta que había perdido.

Ese día fue un caos total, una verdadera masacre. Algunos de los mejores traders fueron completamente liquidados. Fue la mayor llamada de atención desde que empecé con los contratos perpetuos, recordándome que al mercado no le importa quién sos, tarde o temprano se lleva a todos puestos.

Reflexiones después del 10/10

Después de eso, bajé mucho el ritmo de trading. Quizás fue por el susto, o por suerte de no haberlo perdido todo.

Sinceramente, haber recuperado el tercio perdido y poder contar la historia ya es suficiente para mí. Sin el bot de Telegram, me sentía como un principiante sin rueditas de apoyo.

Empecé a usar stop loss estrictos y probé órdenes TWAP (precio promedio ponderado por tiempo).

Entonces, ¿qué aprendí?

Este mes me ayudó a definir mi estilo de trading: soy un trader de corto plazo. El caos del 10/10 y el recordatorio constante de “tomar ganancias y salir” me formaron.

El video de Jim Talbot sobre “take profit” sigue sonando en mi cabeza, tantas veces que ya me da vergüenza admitirlo.

Ya no fuerzo operaciones. Ahora puedo pasar varios días, incluso una semana, sin operar.

Palabras finales

Si tengo que dar un consejo, sería: rodeate de gente que haga lo mismo que vos, y mejor si son más inteligentes. Gente que realmente opera, no los que suben gráficos para llamar la atención; gente que te reta cuando sos imprudente y te recuerda tomar ganancias cuando la avaricia te nubla.

Con esa gente al lado, los días aburridos son más llevaderos y la alegría de ganar es más intensa. Estar con gente que sabe te mantiene con los pies en la tierra. Operar solo te encierra en una visión limitada, y ahí es cuando empezás a forzar operaciones que no existen.

Mi cuenta está en positivo, pero eso no es lo importante; la verdadera victoria es no haberlo perdido todo. Aprendí cuándo parar, cuándo reducir posiciones y cuándo cerrar el gráfico antes de que el mercado me destruya.

Sigo en esto, sigo aprendiendo, sigo apretando el botón de “comprar” y sigo acá, compartiendo mi historia.