- Bitcoin está rezagado en octubre, pero los analistas dicen que su estabilidad indica fortaleza.
- El “oro digital” no logra repuntar junto con el oro, que está alcanzando nuevos máximos históricos.
- Un analista afirma que un movimiento masivo, similar al de finales de 2024, “comenzará muy pronto”.
Una calma extraña y engañosa se ha asentado sobre el mercado de Bitcoin.
Mientras su primo análogo, el oro, vuelve a dispararse hacia nuevos máximos históricos y las acciones estadounidenses disfrutan de números verdes, el rey de las criptomonedas permanece atascado en un patrón frustrante de espera, negándose tercamente a unirse a la fiesta.
Pero para algunos de los observadores más agudos del mercado, esto no es una señal de debilidad; es la silenciosa tensión de un resorte, la calma antes de una tormenta poderosa e inminente.
La acción del precio ha sido una historia familiar y frustrante para los alcistas. Bitcoin ha caído 1.2 por ciento en las últimas 24 horas hasta los $111,500, mientras que el resto del sector cripto ha experimentado pérdidas aún mayores.
Pero bajo esta superficie lenta, una poderosa corriente subterránea de demanda institucional y una marea macroeconómica cambiante están construyendo silenciosamente el caso para una gran ruptura.
Una profecía de un movimiento poderoso
Hablando en la Digital Asset Summit en Londres el miércoles, Quinn Thompson, director de inversiones de Lekker Capital, lanzó una profecía audaz y alcista.
Argumentó que la actual desvinculación de Bitcoin respecto al oro es una anomalía temporal que está a punto de corregirse violentamente.
“Propongo que alcanzaremos al oro,” dijo a la audiencia.
“Comenzará muy pronto y el movimiento que está por venir en bitcoin y en el cripto en general se parecerá al de noviembre de 2024 y octubre de 2023.”
Esos fueron periodos de crecimiento explosivo y parabólico, y la predicción de Thompson es una señal clara de que cree que un fuego similar está a punto de encenderse.
Un ‘suelo’ de demanda, un camino hacia los $150,000
Esta visión no es aislada. Matt Mena, analista de investigación cripto en 21Shares, expresó una perspectiva similar, argumentando que la notable durabilidad de Bitcoin ante la incertidumbre global es un testimonio de su fortaleza subyacente.
Esto, dice, está “subrayando cómo la demanda estructural—anclada por los flujos de entrada de ETF y una perspectiva de política más moderada—continúa proporcionando un suelo.”
Con el apalancamiento especulativo recientemente eliminado del sistema y una nueva era de flexibilización monetaria en el horizonte, Mena ahora proyecta que Bitcoin podría subir hasta los $150,000 antes de fin de año.
La sombra de la Fed se cierne
Todos coinciden en que la clave para desbloquear este potencial reside en la Reserva Federal de Estados Unidos. La convicción del mercado de que el banco central está en un camino firme para continuar relajando su política monetaria es el principal motor del actual ambiente de “risk-on”.
Esa convicción se fortaleció el miércoles con la publicación del Beige Book de la Fed, que informó señales crecientes de debilidad en el mercado laboral estadounidense.
El propio presidente de la Fed, Jerome Powell, ha reconocido esta “debilidad,” una señal clara para el mercado de que nuevos recortes de tasas están muy presentes en la mesa para las dos reuniones de política restantes de este año.
Por ahora, Bitcoin espera, un gigante dormido aguardando su momento. Pero si los analistas tienen razón, es un letargo que está a punto de terminar de manera espectacular y explosiva.
